Dicen
que una canción se convierte en himno cuando: perdura generaciones o cuando
llega a los estadios. En este caso se dieron ambas. You’ll never walk alone fue
compuesta por Richard Rodgers y Oscar
Hammerstein en la década del 40 para el
musical “Carousel”.
Cuando la escuché por primera vez, me erizó la piel, me
emocionó así que decidí buscarla para escucharla varias veces como suelo hacer
con estas canciones. Al tercer repeat que le di, se me vino una suerte de “huella mnémica” y la reconocí como el himno
que los hinchas del Liverpool cantan al unísono y que moviliza a propios y
ajenos.